"No hay nada más desesperadamente aburrido que el temor constante a aburrirse, la obligación de hallar diversiones externas. Salvo un puñado de personas creativas —sobre todo científicos, artistas y gente humanitaria que convierte la compasión en tarea absorbente— al resto de la humanidad no le queda más remedio que fastidiar al prójimo, morirse de fastidio... o comprar algo". Fernando Savater, Prólogo a La conquista de la felicidad
Ya dice un refran, cuando el diablo no tiene que hacer con el rabo mata moscas.
ResponderEliminar